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¿Cómo va a evolucionar el consumo de los hogares los próximos meses?

Por 22/10/2019junio 16th, 2023Actualidad5 minutos de lectura

El comercio en España he crecido en lo que va de año un 2,4% (últimos datos oficiales disponibles), en un entorno marcado por la desaceleración de algunos indicadores económicos y la incertidumbre sobre la situación política a nivel internacional e interno.

Por categorías, el gran consumo ha avanzado a una media anual del 2,6%, pro encima de otras categorías como los electrodomésticos (0,7%), la tecnología de consumo (1,6%) o la moda (2,1%). Más datos en nuestro Resumen de Indicadores.

Pero ¿cuáles son las variables que van a determinar la evolución de consumo y, en consecuencia, de la actividad comercial en los próximos meses? Un repaso a los principales servicios de estudio muestra el siguiente escenario:

El servicio de estudios de FUNCAS señala en sus últimas previsiones económicas para España que «la demanda interna está avanzando a un ritmo menor de lo esperado, como consecuencia sobre todo de la ralentización del consumo, tras varios años de incrementos elevados por el efecto “demanda embalsada” (consumo pospuesto durante la crisis, que se materializó a medida que la recuperación se fue consolidando). Este efecto conllevó una reducción de la tasa de ahorro de las familias, que tocó fondo a mediados de 2018. Desde entonces, la tasa de ahorro ha iniciado una senda de normalización, algo que modera el gasto en consumo». Es decir, en opinión de Funcas, el consumo de los hogares estaría llegando a una fase de crecimiento más moderado y acorde al ciclo económico.

Los principales servicios de estudio señalan que factores coyunturales como la incertidumbre política y económica están drenando el gasto de los hogares en favor del ahorro. Sin embargo, hay otras tendencias de fondo, más estructurales, como los cambios demográficos, la tecnología y la regulación.

BBVA Reseach, en su último informe Situación España, atribuye también a la ralentización del consumo de las familias la «mayor desaceleración de la demanda interna» que se está produciendo en la economía. Según el servicio de estudios del banco esta ralentización afecta, principalmente, a la adquisición de bienes duraderos (por ejemplo, coches) y en línea con Funcas advierte de que se está produciendo un «incremento de la renta disponible de las familias, lo que ha llevado al primer aumento sostenido de la tasa de ahorro desde el inicio de la recuperación«. Es decir, los hogares estarían destinando una parte superior de su renta al ahorro, drenando recursos a la compra de bienes, sobre todo, duraderos (por lo general, también de mayor valor).

O en otros términos, las familias están gestionando con más precaución sus gastos en favor de los ahorros, por el clima de incertidumbre actual. De hecho, los analistas de BBVA Research reconocen que la «incertidumbre podría estar afectando las decisiones de gasto de empresas y familias«. Sin embargo, BBVA indica que «no se pueden descartar otras razones, entre las que podrían estar algunos cambios estructurales en los patrones de consumo. ya sea por las tendencias demográficas, por la incertidumbre regulatoria en algunos sectores -como el de automoción- o como consecuencia de cambios tecnológicos«. Precisamente, tres elementos también señalados en la última Asamblea por el presidente de ANGED, Alfonso Merry del Val, como vectores de transformación del consumo y el comercio en este momento.

Por su parte, el Banco de España, en su último Boletín trimestral señala que la «pérdida de vigor» en el consumo «podría guardar relación con el repunte de la incertidumbre». No obstante, ve factores positivos a futuro. Entre otros, «la evolución del mercado de trabajo, que continuaría siendo favorable (si bien acusaría el impacto de la reciente desaceleración), y por la persistencia de condiciones de financiación favorables«. Precisamente, desde ANGED hemos insistido desde el inicio de la recuperación, que el empleo era el principal motor para generar confianza, recuperar parte de la renta de los hogares y estimular la actividad del comercio.

Así, en sus proyecciones para los próximos dos años, el Banco de España siga avanzando a un ritmo más moderado (inferior al 2% los próximos dos años) y la tasa de paro se sitúe en el entorno del 13%.

 

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