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El turismo de compras en las ciudades fronterizas, un viaje de Maastricht a Badajoz

Por 10/02/2016junio 16th, 2023Actualidad3 minutos de lectura

ey-consumo-medio-del-turista-internacional-en-el-destino-por-pernoctacionEl comercio va a ser uno de los vectores principales del turismo en la próxima década. Según datos del World Travel & Tourism Council, el shopping ya supone 20% del gasto turístico mundial. Es más, para millones de ciudadanos es el primer motivo para escoger el destino de sus vacaciones. Como muestra, los chinos, que dedican casi el 60% de su presupuesto de viaje a las compras.

Posicionar adecuadamente a un país como destino mundial de compras requiere una estrategia de medio y largo plazo muy sólida. No obstante, hay ciudades que por su localización representan en sí mismo un polo de atracción singular muy favorable para el comercio: es el caso de las urbes fronterizas.

«Con apenas 120.000 habitantes, Maastricht (Holanda) decidió desmarcarse de uno de los principales atractivos turísticos del país, los coffe shop, y apostó por permitir que los comercio abrieran durante todos los días de la semana. Este elemento, junto al hecho de ser la ciudad donde se firmó el Tratado de la UE han permitido a Maastricht lograr tres millones de visitas al año», escribía en Expansión Marc Menchén (Maastricht, libertad sin problemas 2/7/2014). A hora y media de ciudades belgas como Bruselas y Amberes, o alemanas como Colonia y Düsseldorf, Maastricht ha logrado situar a su comercio como un referente en el corazón de Europa y un incentivo más para visitar la ciudad los fines de semana.

Salvando las distancias, en España se producen situaciones parecidas en las que el turismo de compras en los fines de semana es fundamental. Un ejemplo de ello es Badajoz, ciudad fronteriza con Portugal. Según datos del Sistema de Inteligencia Turístico de Badajoz proporcionadas por el Ayuntamiento, la facturación del comercio de la ciudad se multiplica por seis, hasta los 4,2 millones de euros, los domingos que cuenta con autorización para abrir. De hecho, en estos días las compras de portugueses repuntan un 50% frente al resto de la semana. Es decir, las aperturas favorecen no sólo una atracción de visitantes portugueses sino un mayor gasto en España. Y, de paso, evita la fuga de españoles a Portugal, donde el comercio presta servicio sin restricción todos los días del año.

Precisamente estos días, la Asamblea de Extremadura debate si da marcha atrás al acuerdo sobre las Zonas de Gran Afluencia Turística de Badajoz, Mérida, Cáceres y Moraleja, que permite al comercio de estas ciudades abrir 16 domingos y festivos al año, creando nuevas oportunidades de ingresos y empleo para el sector.

Sin aferrarse estrictamente al modelo de frontera, en España hay decenas de municipios donde una buena parte de su demanda turística se concentra los fin de semana y puentes. ¿Se imaginan en cualquiera de estas ciudades los hoteles cerrados en domingo?

 

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