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Máxima capacidad de elección

Por 26/09/2012junio 20th, 2023Regulación Comercial4 minutos de lectura

El diario El Economista acaba de lanzar una nueva revista mensual sobre el sector del gran consumo, ‘elEconomista alimentación’, que recoge en su primer número un artículo del director general de ANGED, Javier Millán-Astray, que os reproducimos también en nuestro blog:

MÁXIMA CAPACIDAD DE ELECCIÓN

Los hábitos de consumo de los hogares, muy marcados por el mal momento económico, han dado un vuelco y, posiblemente, vuelvan a transformarse en el medio plazo. En esta realidad cambiante, el gran formato comercial ha demostrado una vez más su capacidad para reinventarse, con un único objetivo: satisfacer las nuevas demandas de los consumidores con la mejor oferta de productos.
El hipermercado sigue siendo una propuesta atractiva y con una enorme repercusión económica y social. En primer lugar, porque es el formato que más capacidad de elección ofrece a los consumidores, gracias a una profundidad y variedad en sus lineales única, en cuanto a precios y productos. En segundo lugar, se trata de un formato de gran relevancia para la industria y el resto de agentes de la cadena de valor.
El Observatorio de Marcas de Gran Consumo sitúa a cuatro firmas de ANGED a la cabeza de la innovación del sector. Todas ellas han incorporado a sus lineales más del 50% de los nuevos productos de gran consumo lanzados al mercado, frente a un 25% de media. Esta apuesta tiene un importantísimo efecto arrastre sobre la industria nacional. Un elemento crucial a la hora de crear valor añadido y empleo, así como mantener el nivel competitivo de todas las empresas de la cadena de valor.
Por tanto, el hipermercado es un formato que está dando respuesta a aquellos consumidores que, a consecuencia de la situación económica actual, buscan el precio como factor diferencial. Pero también es un modelo que satisface las demandas de aquellos otros compradores que apuestan por otros atributos como la marca, la calidad o la innovación. En definitiva, el hipermercado es el formato que ofrece la mayor libertad al consumidor, promoviendo una máxima capacidad de elección.
Ahora bien, el gran formato comercial ha tenido que convivir en los últimos años en un entorno normativo que se ha centrado, casi de manera exclusiva, en perjudicar algunos de los aspectos más competitivos de su propuesta. Este injustificado intervencionismo administrativo, que no se produce en ningún otro sector económico, está incidiendo de manera muy particular en estos momentos en los que atravesamos una fuerte recesión del consumo.
Este marco normativo, por un lado, ha impedido que este formato pueda adaptar sus horarios de apertura a la creciente demanda de los consumidores por comprar en domingos y festivos. Esta restricción ignora absolutamente los cambios de estilos de vida de los hogares, la irrupción del comercio electrónico o las necesidades de los millones de turistas que llegan a España.
Por otro lado, los hiper han sufrido un marco regulatorio muy restrictivo que ha limitado extraordinariamente su capacidad de crecimiento y las nuevas aperturas de establecimientos.
Y, por último, varias Comunidades Autónomas han establecido un impuesto específico que grava, de manera casi exclusiva, a las grandes superficies.
En definitiva, el marco regulatorio ha impedido al gran formato comercial ofrecer todo su potencial de servicio a los consumidores y le ha obligado a competir en condiciones desiguales con sus competidores, como ha reiterado la propia Comisión Nacional de la Competencia.
Desde ANGED defendemos que, junto al proceso de consolidación fiscal, se emprenda también un enfoque reformista realmente ambicioso, que fomente la libertad de empresa y la libre competencia, que garantice la unidad de mercado, incentive la inversión y dinamice el consumo.

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